ENTREVISTA A MICHEL GODARD

Godard 01

ENTREVISTA A MICHEL GODARD

MICHEL GODARD

Entrevistado por Óscar Abella, tuba solista de la Orquesta Sinfónica de Euskadi.

En el marco de la Asociación Española de Tubas y Bombardinos, me reuní en febrero 2013 con Michel Godard, intérprete independiente de tuba y serpentón. Él es el principal responsable del renacimiento de este ancestro de la tuba, llevando su sonido por todos los escenarios posibles, y mezclándolo constantemente con las nuevas músicas en un espíritu de continua renovación musical. Este grandísimo intérprete y creador es uno de los principales responsables de la enorme popularidad que estos dos instrumentos, la tuba y el serpentón, están cobrándose en los últimos años, y ha sido para mí todo un honor poder conversar pausadamente con él para la realización de esta entrevista.

Godard 01

 
Godard es un músico sin complejos, de carácter extremadamente cercano, y de una sensibilidad creadora digna de los más grandes elogios. Tuve la suerte de conocerle casi al mismo tiempo que a Mel Culbertson, en los ya históricos cursillos de verano organizados en Castelló de la Rivera por Raúl Seguí.

Godard 02

 
La última vez que le había visto fue durante el funeral de Mel Culbertson en la iglesia de Bouliac, cuando vino a integrar con nosotros el grupo de tubas que llenó el abarrotado templo con sus graves sonidos. Fue de un profundo significado para mí que Godard apareciera allí con su serpentón, aportando su granito de arena a la montaña que el sonido de las tubas representaba. Dos años después, gracias al cursillo organizado por el “Keep in Touch Tuba Project”, pudimos reencontrarnos en Gijón en circunstancias muy diferentes.

Godard 03

Michel Godard nació en 1960 cerca de Belfort, y fue reconocido muy rápidamente como virtuoso de la tuba. En 1979 descubrió el serpentón, abriendo así su capacidad de expresión hasta límites todavía mucho más lejanos. Actualmente es profesor de este instrumento en el Conservatorio Superior de Música de París, y algunos de sus estudiantes se han convertido ya en intérpretes de referencia.

Ha colaborado y colabora con artistas como Rabih Abou-Khalil, Christof Lauer, Luciano Biondini, Linda Bsiri, Michel Portal, Louis Sclavis, Henry Texier, Enrico Rava, Michael Riessler, Kenny Wheeler, Ray Anderson, Sylvie Courvoisier, Klaus König, Simon Nabatov, Wolfgang Puschnig, Linda Sharrock, Pierre Favre, Misha Mengelberg, Gianluigi Trovesi, Maria Pia De Vito, Pino Minafra, Willem Breuker, Herbert Joos, Dave Bargeron, y muchos otros. Como compositor ha escrito obras para Radio France, el Donaueschinger Musiktage/Südwestrundfunk y el Ministerio de Cultura francés.

Con más de 130 grabaciones, entre colaboraciones y trabajos personales, se ha convertido en todo un referente discográfico de la actualidad, y su sed creadora no parece tener límites.

Óscar Abella (O.A.): ¿Cómo descubriste el serpentón, y cómo decidiste integrarlo en tus creaciones?

Michel Godard (M.G.): Siempre me ha apasionado la música antigua. En mi primera vida de músico “clásico” siempre intentaba acercarme con la tuba a los estilos de interpretación de los instrumentos antiguos. Con el grupo “Concert Arban” hice muchas transcripciones para ensemble de metales. En un determinado momento sentí la necesidad de tocar la música del Renacimiento o el Barroco con un instrumento de época. El serpentón era en este momento un instrumento muy desconocido. Fui a Inglaterra en busca de uno, y enseguida caí enamorado (ríe).

O.A.: ¿Posees en tu colección personal serpentones con llaves, o te centras únicamente en las versiones más antiguas del instrumento?

M.G.: Decidí quedarme en el “serpentón de iglesia”, eligiendo el sonido del siglo XVII o XVIII. La elección de la boquilla es muy importante: determina el sonido del instrumento y lo sitúa en una determinada época. Por supuesto que he probado los instrumentos “rectos” y el oficleido, pero ganó mi pasión por la música del XVII.

O.A.: Das clases de serpentón en el Conservatorio Superior de Música de París. ¿Cómo crees que va a evolucionar el aprendizaje y la difusión de este instrumento que tiene cada vez más “simpatizantes”? ¿Piensas que un día será (re-)integrado de una forma más general en los conservatorios?

M.G.: Estamos asistiendo a un auténtico “renacimiento” del serpentón. Más y más músicos lo tocan cada vez mejor, y hay más y más fabricantes que hacen muy buenas copias. Las grabaciones se multiplican, música del Renacimiento, del Barroco, Romántica, Contemporánea… Ciertamente llegará el día en que un músico de orquesta deberá ser capaz de tocar la tuba, el serpentón, el oficleido… Entonces habrá que generalizar la enseñanza de estos instrumentos, ¡por supuesto que sí!

O.A.: ¿Cómo abordas el trabajo cotidiano con la tuba y el serpentón, instrumentos tan diferentes entre si?

M.G.: Según los proyectos, trabajo con uno o con el otro. El hecho de tocar el serpentón ha cambiado mucho mi manera de abordar la tuba. El trabajo de un instrumento enriquece al otro de una manera muy evidente.

Godard 04

O.A.: … ¡sin mencionar el bajo eléctrico!

M.G.: El bajo es una nueva pasión (ríe), lo trabajo un poco cada día y me permite ver la música desde otro ángulo, muy enriquecedor también para las prácticas de la tuba y el serpentón.

O.A.: Fuiste el primer alumno de Mel Culbertson en Francia. ¿Cómo fue vuestro primer encuentro, y cual era vuestra relación hasta su triste pérdida en 2011?

M.G.: Conocí a Mel gracias a Roger Bobo. Mel acababa de llegar a París, y Roger me aconsejó ir a trabajar con él. ¡Fue una muy buena idea! Mel era tan diferente de los otros profesores de la época… Me sentí muy bien desde el primer momento al lado suyo, durante las clases, pero también en la Orquesta de la Radio Francesa cuando hacían falta dos tubas. Fue una suerte inmensa el encontrar un enseñante de esta envergadura que te da libertad sobre tus propias decisiones musicales y te ayuda a que se realicen. Creo que efectivamente fui el primer alumno suyo en Francia, en clases particulares, cuando acababa de llegar…

O.A.: …¿y cómo fue el recibimiento de Mel en Francia? (Si no me equivoco la primera pieza que interpretó con la orquesta fue curiosamente “Un Americano en París” de Gershwin).

M.G.: Hay que decir que la llegada de un tubista americano a una orquesta francesa se vivió muy mal por el mundo de los tubistas franceses, con movimientos de huelga, amenazas, etc… Se hizo todo lo posible para desanimarle a quedarse en Francia. El hecho de ser su alumno también me separó completamente del mundo de los tubistas por allí. ¡Hoy estoy más que seguro de que tomé la buena decisión!

O.A.: Hablemos de tu discografía. Todos tus Cds poseen una gran variedad de estilos, siempre con predominancia de tus propias composiciones. ¿De qué forma entras en un nuevo proyecto? ¿Cuáles son tus inspiraciones, y cómo haces que lleguen a plasmarse en un nuevo CD?

M.G.: Los nuevos proyectos surgen a menudo del encuentro con otros músicos. Una nueva música llega en general por sí sola, y los mejores proyectos son los que se imponen con toda tranquilidad.

O.A.: El año 2010 fue muy productivo, con 3 discos ¡Explícanos esto!

M.G.: Sí (ríe), muchos proyectos tomaron forma al mismo tiempo. Algunas veces tardan bastante en madurar, otras veces están ahí muy rápido.

O.A.: El último CD tuyo del que tengo noticias está dedicado a la figura de Monteverdi, y le rindes homenaje mezclando su música con tus propias improvisaciones y piezas de una forma muy sorprendente. ¿Cómo te vino esta idea?

M.G.: Mantengo una pasión por Monteverdi desde hace mucho. Su música me acompaña casi todos los días desde que soy adolescente. Las obras de Monteverdi son en este caso consideradas como “standards” a partir de los cuales se puede improvisar. Estoy seguro de que un músico de jazz hoy en día se acerca mucho a uno de la época de Monteverdi.

O.A.: Precisamente, has tocado ya con un gran número de músicos de jazz, nuevas músicas, y músicas del mundo. ¿Cuáles son los artistas que más te han impresionado, o que han marcado especialmente tu carrera?

M.G.: Tengo la gran suerte de tocar con muchos músicos a los que admiro. Siempre he aprendido mucho de los encuentros con otros músicos, y sigo aprendiendo de esta manera. (Reflexiona). Me gustaría citar a Steve Swallow, uno de los grandes bajistas y compositores de la historia del jazz, que a través de sus improvisaciones sabe inventar tan bien, con pocas notas, melodías maravillosas.

O.A.: ¿Qué proyectos para el futuro? ¿Nos ofrecerás un día un “Tubatuba 3?

M.G.: Mis proyectos están por el momento muy orientados al encuentro entre músicas antiguas e improvisación. Acabo de crear un nuevo proyecto, “Le miroir du Temps (El Espejo del Tiempo)”, con Bruno Helstroffer (tiorba) y Katharina Bäuml (chirimía), y el año que viene verá la luz un proyecto sobre la música de Bach y Haendel, “Days of Weeping Delights”.

El deseo de tocar con Dave Bargeron siempre está ahí, ¡y espero que un día llegue un nuevo “tubatuba”! (ríe).

O.A.: Actualmente estás de gira otra vez con Rabih Abou-Khalil. ¿Puedes hablarnos un poco de él?

M.G.: Toco con Rabih desde hace 15 años. Es apasionante encontrar el modo de hacer sonar una tuba con un Oud (laúd árabe), tan diferente en cuanto a volumen sonoro, afinación, etc… Me hace muy feliz constatar cómo un bajo con la tuba en la música jazz/oriental se ha convertido en algo normal, entre comillas. Continúo trabajando con Rabih con la tuba, el serpentón y el bajo eléctrico, y un CD acaba de aparecer, “Hungry People”, en la compañía discográfica Harmonia Mundi.

O.A.: ¿Qué impresiones te llevas de tu cursillo en Gijón (febrero 2013)? ¿Estás contento con los alumnos y el marco de esta actividad?

M.G: Me ha sorprendido realmente la calidad de los alumnos, su excelente nivel instrumental y musical. Se puede apreciar que Mel hizo un soberbio trabajo aquí estos últimos años. Los profesores se involucran de una manera destacable, y ellos también están haciendo un trabajo soberbio. ¡Bravo!

O.A.: ¿Qué te parece la creación de la Asociación Española de Tubas y Bombardinos?

M.G.: Es por supuesto una excelente idea el reunir tantas energías y talentos. Mucha suerte a todos vosotros, ¡y espero que hasta pronto!

Godard 05
No Comments

Post A Comment