ENTREVISTA A NIMROD RON

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ENTREVISTA A NIMROD RON

Nimrod Ron, Tuba Solista Orquesta de Islandia

Entrevista realizada por Ismael Gamero ,Profesor Conservatorio Profesional Sevilla

Nim 1Nimrod Ron nace en Israel en 1988 donde comienza sus estudios musicales en la fundación Kfar Saba bajo la dirección de Ofer Ein-Habar. Entre los años 1998 y 2009 Nimrod estudia con Shmuel Hershko y Ariel Sasson a la vez que compagina su labor en la Banda del Ejército Israelí entre los años 2006 y 2009. Durante los años 2005 a 2009, Nimrod obtiene la plaza en la Buchmann-Mehta School, con quién realiza giras por Madrid, Zurich o Nueva York.

En mayo de 2010 participa en la International Tuba Euphonium Conference realizada en Tucson (Arizona) donde obtiene el primer premio. En septiembre de 2009 comienza sus estudios en la Jacobs School of Music of Indiana University, donde obtiene el premio “Premier Young Artist” o el “Founders Scholar”. En marzo de 2011 obtiene primer premio en el concurso de solista de la propia universidad para interpretar el Concerto de Bozz bajo la batuta del maestro David Effron.

Ha realizado cursos con los profesores de la talla de Roger Bobo, Dan Perantoni, Yasuhito Sugiyama, así como ha estado bajo la dirección de Zubin Mehta, Gustavo Dudamel o Ze’ey Dorman. Ha tenido el privilegio de colaborar con la Jerusalem Symphony Orchestra, o Israel Philarmonic Orchestra, realizando conciertos por Israel y a lo largo de todo el mundo. Desde 2012, cuando obtiene la plaza en Iceland Symphony Orchestra, Nimrod vive en Reykavik (Islandia) donde además imparte clases de tuba.

Ismael Gamero.: ¿Cómo comenzaste a tocar la tuba? ¿Cuándo decidiste ser un tubista profesionalmente?

Nimrod Ron.: Empecé a tocar la tuba a la edad de 11 años, en Kfar Saba (mi ciudad natal), Israel. Las escuelas primarias ofrecen un programa en la banda, en la que el director cuando terminas el tercer grado supervisa que tengas un buen ritmo y solfeo; entonces se te asigna u instrumento. Como yo era el de mayor tamaño de mi clase me ofrecieron la tuba. En un principio mis padres no me dejaron, pero tras un año en el que no paré de molestarles me dieron permiso después de que todos mis amigos ya tocasen la tuba.

Decidí tocar la tuba profesionalmente tras el servicio militar en Israel. Allí es obligatorio y fui reclutado para tocar en la banda militar. Tras estar tres años con unos compañeros con un gran talento las 24 horas del día decidí ser músico.

I.G.: ¿Cuáles han sido los maestros más importantes en su educación?

N.R.: Dos de los maestros más influyentes para mí han sido el profesor Daniel Perantoni y Shmuel (Adi) Hershko.

Adi es el principal tubista de la Orquesta Filarmónica de Israel. He estudio con él allí y he recibido mucho de él. En sus clases habla de contar historias con la melodía, cosa que me ha ayudado en mi día a día y que aplico diariamente en mi estudio: ¿cuál es la historia que voy a contar con esta melodía?

Con Perantoni he estudiado en la Universidad de Indiana. Es un gran maestro y he sido muy afortunado por haber tomado parte en sus clases. En ellas trabajamos mucho acerca de ser un instrumentista sólido, manteniendo un buen sonido siempre en el instrumento, tanto si la nota es aguda o baja, así como si es rápida o lenta: ¡el sonido debe de ser fantástico!

I.G.: ¿Cómo es una semana en un estudiante en la Universidad de Indiana?

N.R.: En la Universidad de Indiana, normalmente los estudiantes trabajan sobre los fundamentos de la música: se aprende teoría, solfeo y entrenamiento auditivo todos los días de la semana, así como las habilidades del piano tres veces a la semana.

Más allá de qué tiene la clase de tuba, estamos aproximadamente unos 15 alumnos de tuba y 5 bombardinistas. Cada uno de nosotros disfruta de una hora a la semana de clase individual con el profesor Perantoni. A su vez, una hora a la semana nos reunimos cuatro estudiantes e interpretamos en una prueba, de manera que al final de la misma, podamos hacer comentarios para aprender de todos en las diferentes ideas musicales que aportemos.

Cada dos semanas tenemos una clase magistral en la que todo el alumnado se reúne durante un par de horas y cada uno de nosotros toca una pieza corta y escucha todos los comentarios. Si alguien está preparando una prueba o competición éste es también el momento para interpretar las obras y obtener comentarios productivos.

I.G.: ¿Cuántas audiciones has hecho en tu carrera?

Nim 2N.R.: He realizado dos audiciones en mi carrera. Una de ellas fue para la Orquesta Sinfónica de Nueva Jersey cuando tenía 22 años; era mi primera audición y la experiencia fue muy buena. Se presentaron 125 intérpretes y después de dos largos días de primera ronda, semifinales y final, todo estaba hecho.

Para la Orquesta Sinfónica de Islandia el procedimiento fue diferente. Después de realizar una audición con 60 tubistas, la orquesta decidió invitar a tres de ellos durante varios meses con el fin de elegir a uno de los tres. Después de una temporada recibí un correo electrónico en el que me notificaban que había sido escogido; estaba muy emocionado y ¡aún lo sigo estando tocando con mis compañeros todos los días!

I.G.: ¿Cuáles son los aspectos más gratificantes de trabajar en la orquesta?

N.R.: Uno de los aspectos más satisfactorios del trabajo en la orquesta para mí es escuchar a los músicos fantásticos que me rodean: me gusta ir a los ensayos cada mañana sabiendo que voy a escuchar algo especial. A veces no tenemos el programa más emocionante para la semana, pero escuchando a algunos de los protagonistas de la orquesta hace que aprenda y sea feliz. Siempre es divertido tocar la Quinta Sinfonía de Prokofiev o algún Strauss, pero lo que más me gusta es escuchar a todo el mundo haciendo su mejor esfuerzo y hacer música.

I.G.: Probablemente tengas alta demanda de estudiantes como profesor en Islandia: ¿Cuáles son las prioridades de tu clase con tus alumnos?

N.R.: Es muy importante para mí escuchar que mis alumnos tengan un buen sonido. Esto es lo primero que se escucha y es lo primero en lo que la música se nos presenta. Lo siguiente es escuchar una historia. Cuando toco la Romanza de Vaughan Williams, tengo que contar una historia romántica con mi músia, y tengo que enviar la historia con mi sonido y hacer que el público lo reciba tal y como lo pienso.

Para mí, estas son las dos cosas más importantes que un músico debe pensar y desarrollar.

I.G.: ¿Qué tipo de tubas tocas en la orquesta?

N.R.: En la orquesta alterno entre una Willson CC tuba y una B&S PT-6. Me gustan ambas por diferentes razones: llenan el teatro en ambos casos pero según la cantidad de sonido “extra” que necesite, uso una u otra. Mi tuba en Fa es una B&S JBL que me encanta y con la que adoro tocar de todo. Puede ser muy poderosa, pero también puede cantar tan suave como quieras, ¡es un instrumento maravilloso!

I.G.: ¿Qué piezas de tuba estás trabajando ahora?

N.R.: Ahora mismo estoy trabajando en un concierto escrito para mí por Matthew Hightower que he recibido recientemente, es un concierto muy especial. Matthew sabe lo que la tuba puede hacer, y lo utiliza en toda la pieza, ¡no hace que sea fácil por desgracia pero la música es genial!

Además, en mi atril hay un par de temas en solitario que disfruto tocando para mí: uno es un monólogo de Gilad Hochman escrito para Saxofón y otro es el Hommage de Manuel de Falla por Kovacs. ¡Despertar de mi siesta y ver esta música en mi atril me hace muy feliz!

I.G.: ¿Cómo organizas tus sesiones de estudio diarias?

N.R.: Trato de mantener una estricta rutina todos los días. Me levanto muy temprano, así que puedo tener una hora de calentamiento antes del ensayo ya que trabajo en horario de mañana. Muy temprano suelo hacer notas largas de manera suave, Bordogni en varias octavas y terminar con la música del día. Cuando llego al ensayo puedo seguir estudiando 30 minutos antes del ensayo y tomar una taza de té.

I.G.: ¿Cuál ha sido el momento más especial que has tenido como tubista en tu vida?

N.R.: Uno de los momentos más especiales de mi vida como tubista ha sido el de interpretar el Concertino de Bozza con orquesta. La sensación de ser solista con mis amigos en el público me hizo muy feliz, y disfruté cada momento de él. Hasta ahora, cada vez que me subo al escenario para tocar una pieza busco tener ese sentimiento especial.

I.G.: Has ganado importantes premios: Annual Brass Showcase Competition en la Universidad de Indiana, primer premio en ITEC 2010 en Arizona, o segundo premio en ITEC 2012 en Austria. ¿Cuál fue tu experiencia?

N.R.: El primer concurso en el que participé fue ITEC 2010 en Arizona. Yo estaba estudiando en la Universidad de Indiana a su vez y todos los alumnos fuimos a la competición.

Para mí, el proceso fue un proceso de aprendizaje en el que me levantaba por las mañanas y me proponía unos objetivos:

Por ejemplo –
1. hoy me aprendo de la música de la letra A a la letra C
2. al final de la semana me aprendo todo el primer movimiento
3. a final de mes conoceré el concierto de memoria

Definí un calendario completo con los objetivos a largo plazo hasta la fecha del concurso y luego me aseguré siempre de llevarlo día a día y nunca estar por detrás. Para mí fue un buen proceso en el que me puse mis metas que me empujaron a trabajar duro y que me aseguraron en hacer cada día mejor lo que hago.

Cuando iba a las competiciones conocía la música de ida y vuelta, y estaba listo para tocar cualquier cosa. La primera ronda siempre es estresante: me gusta llegar a la sala temprano, antes de que todos y escuchar a todos los tubistas. Cuando oigo a la gente que toca muy bien, me siento que estoy en buena compañía y me siento bien.

Mi principal experiencia en las competiciones es la de estar siempre en forma, y que no puedes permitir que nada te moleste; ni una nota aguda al final ni el hecho de que tengas una pelea con tu pareja. Tienes que disfrutar de todo lo que haces.

Nimrod e Ismael Gamero

I.G.: ¿Cuál es tu pieza musical favorita?

N.R.: No hay una sola pieza para mí ya que me gusta escuchar toda la buena música que existe: ya sean piezas de Prokofiev, Shostakovich, Mahler, Beethoven o Schumann

Recientemente estoy escuchando más la música vocal y lo disfruto muchísimo, sobre todo el «Die Winterriese» de Schubert.

I.G.: Si no hubieses sido tubista, ¿qué estarías haciendo ahora?

N.R.: Si yo no me ganase la vida con la música probablemente sería pescador. Crecí en Israel y he pasado muchas horas en la playa, por lo que me siento muy cómodo con el mar. Para mí la pesca es una forma de relajación, voy a pescar para buscar la tranquilidad, ¡solamente estamos mis amigos, yo y los peces, por lo que nada puede salir mal! 
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