ENTREVISTA A SALVADOR LÓPEZ BALLESTER

Salvador Lopez 6

ENTREVISTA A SALVADOR LÓPEZ BALLESTER

Entrevista a Salvador López Ballester

con motivo del Homenaje realizado en Consolat de mar en Junio de 2019.

 

Salvador Lopez 6 

Previa a la entrevista: Artículo publicado en el blog personal de Manuel Tomás “Transformando la educación musical” el 16 de Marzo de 2019.

EN NOMBRE PROPIO: SALVADOR LÓPEZ BALLESTER

 

Salvador Lopez 3Iniciamos esta colaboración con el periódico Las Bandas dedicando una serie de artículos a personas que han destacado o están destacando por sus aportaciones y trabajo continuado para mejorar nuestras Sociedades Musicales.

 

Además, cada una de estas personas representará a los diferentes colectivos que componen nuestro particular ecosistema cultural y social: músicos aficionados, profesionales, directivos, maestros, etc…

 

Intentaremos plasmar nuestra historia y aquello que somos a través de la mirada de los auténticos protagonistas. Todos ellos son imprescindibles, pues detrás de cada uno encontramos esfuerzos y desvelos y sobre todo mucha pasión e ilusión. Sin ellos, nunca hubiésemos llegado hasta aquí. Sirva pues, esta serie de artículos para dar un emocionado y merecido homenaje a todos ellos.

 

Es algo premeditado comenzar por contar la historia de Salvador López Ballester, músico de 91 años de edad, todavía en activo y con una tuba a cuestas (algo más meritorio todavía). Todo un record Guinness, posiblemente. Y también un monumento vivo que es necesario preservar, elogiar y homenajear. Pues Salvador y muchos más como él, representan la esencia más genuina del movimiento asociativo musical valenciano: la figura del músico aficionado

 

Inició su andadura musical nada más finalizada la guerra civil, cuando por aquel entonces se recomponía la Banda Unió Musical de Benaguasil. Y entre los restos polvorientos del instrumental tuvo que elegir cual sería el suyo. Descartó un fagot destartalado y le llamó la atención una tuba, porque estaba entera y de una sola pieza; no era fácil encontrar en la España de la postguerra algo en buen estado. A los cuatro meses ya formaba parte de la Banda. Y desde entonces hasta hoy, acarreando el voluminoso instrumento por todo el Camp de Túria y manteniendo intacta su afición.

 

Todavía recuerda con cierta satisfacción la época dorada de la banda de Benaguasil con el maestro Peñarrocha al frente cuando derrotaron a las dos bandas edetanas allá por los años 60 y 70. Algo muy épico. Y no solo eso, esgrime con cierto orgullo su relación con uno de los profesores de trompa valenciano más internacional, Vicente Zarzo, al que conoce desde que era un educando de la banda.

 

Hubiera podido ser una profesional de la música, le sobraban aptitudes y afición pero se quedó en su fábrica de harina, que representaba un trozo de pan más seguro sin necesidad de perder de vista la Montieleta. El servicio militar lo hizo en la banda militar de Bétera, a las órdenes del maestro Asins Arbó con el que trabó una buena relación, y a quién califica como una excelente persona.

 

También se ha dedicado a la enseñanza, en Bétera le hicieron un meritorio homenaje después de 20 años siendo profesor de su escuela de música y formando a generaciones de músicos.

 

Y ahora, después de tanto tiempo, todavía sigue activo, formando parte de la Banda de Jubilados del Camp del Túria. Manteniendo su compromiso y dedicándose en cuerpo y alma a esta nueva agrupación. Una banda formada por músicos mayores y jubilados que han decidido abandonar nuestras bandas para refugiarse en un ambiente más tranquilo, allí comparten una manera de entender la música que va perdiéndose paulatinamente.

 

Benaguasil ha aportado magníficos músicos profesionales que forman parte de prestigiosas agrupaciones y conservatorios de toda España y Europa. Apellidos locales como Faus, Balaguer, Zarzo son habituales en el panorama musical español desde hace muchos años. A todo ello, ha contribuido en gran manera la centenaria Unió Musical de Benaguasil, una sociedad musical con una impresionante trayectoria.

 

Y en esta historia de éxito, encontramos a nuestro protagonista participando en primera persona en la reconstrucción de esta sociedad musical y en su renacimiento.

 

Salvador tiene inoculado el virus de la música en lo más profundo de su ser. Representa a muchas generaciones de músicos valencianos que han dedicado su vida a nuestras bandas, que después de las duras tareas del campo, la fábrica o el taller asistían a las largas noches de ensayos sin otra motivación que la afición por la música y el compromiso por unas organizaciones, sus bandas, a la que querían y amaban por encima de muchas cosas.

 

Y les debemos tanto…Mantuvieron la llama viva de la cultura en el ámbito rural valenciano durante la larga noche de la dictadura, garantizaron estructuras y servicios educativo/musicales de cierta calidad y gratuitos cuando el Estado y los poderes públicos ni estaban ni podían. Educaron con su ejemplo a cientos y miles de jóvenes músicos a los que también dieron cariño y consejo. A veces tengo la sensación de que no les hemos recompensado mínimamente todo lo que hicieron, más bien al contrario, van desapareciendo de nuestro panorama sin que nadie levante un dedo por ellos y proclame a los cuatro vientos nuestra admiración. ¿Les estaremos fallando?

 

Se merecen muchas calles en sus respectivos pueblos y monumentos. Pero lo mejor que podemos hacer es conseguir que vuelvan para enriquecer la transversalidad de nuestras sociedades y el dialogo intergeneracional. ¡Que menos¡

 

Mientras tanto, mañana, Salvador, (Voro para los amigos), cargará la tuba en su coche y no faltará al ensayo, tiene un compromiso, como persona de honor y “trellat” que es nunca falla y allí estará. Eso es lo que vale.

 

Manuel Tomás.

 

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Entrevista AETYB

 

Salvador Lopez 1¿Cuándo y cómo fueron tus comienzos en el mundo de la Música?

Nací en Benaguasil el año 1928. La guerra empezó cuando yo tenía ocho años. Cuando termino, mi padre me llevó a casa de un señor que tocaba la bandurria y empezó a darme clases. Al poco tiempo se empezó a reorganizar la banda de Música de Benaguasil. Don Félix, el maestro durante la guerra y antes, había marchado al exilio. Ahora Trobador era el maestro y Juan Antonio el presidente. Trobador me daba clases de solfeo y a los seis meses me dieron a elegir instrumento. Había dos. Una tuba y una bolsa de piel de cabra de la que el maestro sacó una pieza, después otra, después otra… Era un fagot. Dije que bastaba, que quería el instrumento que era solo de una pieza. A los seis meses de tocarlo ya me integré en la banda.

 

¿Qué maestros influyeron decisivamente en tus años de formación?

Don Miguel Lafuente, profesor del Conservatorio de Valencia y solista de trombón de la Orquesta de Valencia. Me presenté voluntario al servicio militar, lo hice en Valencia y algunas tardes iba a su casa, por la Finca Roja, a recibir clases.

 

¿Qué actividades has desarrollado durante tu larga trayectoria como músico?

He sido músico en muchas orquestas de baile, he participado durante décadas en la Banda de la Unió Musical de Benaguasil con la que cosechamos grandes éxitos con el maestro Peñarrocha y sobre todo he sido profesor de solfeo y de instrumento de generaciones de músicos, muchos de ellos hoy grandes profesionales en bandas, orquestas y conservatorios. Como anécdota, tuve dos alumnes hermanos, con el trombón y la tuba, que salían de casa a la Academia ya tocando los dos, haciendo un pasacalle y dando alegría por donde pasaban.

 

¿Cuáles son tus mejores recuerdos y vivencias en el mundo de la Música?

Recuerdos hay muchos. Muchos. Hace poco en Bétera, donde estuve muchos años dando clases, me hicieron un homenaje con motivo del cincuentenario de la fundación del Centre Artístic Musical. El auditorio se levantó en pie para ovacionarme y se me salieron las lágrimas.

Otro momento inolvidable fue con motivo del fallecimiento de mi mujer, mi estimadísima Irene. Fue muy duro. Siempre juntos desde los 16 años, viajamos con diversas bandas de música por todo Europa. Fue memorable que toda la banda de jubilados de Llíria y el Camp de Túria acudió al entierro. Emocionante, no lo olvidaré nunca ni lo agradeceré suficientemente mientras viva.

 

¿Crees que el mundo de la música ha cambiado mucho en estos años?

Sí, el mundo de la música ha cambiado barbaridades. Las instalaciones donde se impartían clases o se hacían los ensayos no tienen nada que ver con las de ahora. Las partituras se copiaban a mano y ahora van con las Tablet. Y los instrumentos han mejorado muchísimo y ahora los de iniciación se pueden conseguir a un precio impensable hace décadas.

 

¿Sigues tocando tu instrumento habitualmente? ¿Dónde lo haces y cuál es tu motivación para ello después de tantos años?

Practico en casa todos los días, dos días a la semana voy al ensayo de la Banda de Jubilados de Llíria, el Camp de Túria y los Serranos. Con esta banda ofrecemos bastantes conciertos a lo largo del año. Y el ambiente que hay entre nosotros es familiar, encantador.

 

¿Qué consejos darías a los jóvenes que se inician hoy en día en la Música?

Aconsejo a los jóvenes que estudien Música, que la practiquen y que disfruten con ella. A mi edad, la Música es la principal motivación de mi vida. Si no pueden ser músicos profesionales, porque la pena es que no salen plazas en las que se pueden colocar, el saber y el placer que la Música ofrece no tiene precio.

 

Benaguasil, 28 de junio de 2019

 

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